El santo grial del embarazo Parto sin dolor. El dolor durante el trabajo de parto y el parto es una de las cosas que más preocupa a las mujeres durante el embarazo o es lo primero que se nos viene a la menta cuando nos enteramos que seremos mamá. Es entendible, dado que para la mayoría de las mujeres el parto, está acompañado con una mayor o menor sensación de dolor.
El dolor es una sensación desagradable experimentada por un órgano o parte del cuerpo que se transmite al cerebro por las terminaciones de los nervios sensoriales.
En cada persona, la percepción del dolor es diferente, y depende de la personalidad individual esto es conocido como el “umbral del dolor»; es decir, que ante un mismo estímulo doloroso, cada ser humano “sentirá” este dolor con una intensidad diferente, según sea su capacidad de “soportar” el dolor.
Preparación para el dolor
Existen técnicas y actividades que pueden realizarse durante el embarazo que pueden ayudar a controlar el dolor durante el trabajo de parto.
Opciones MÉDICAS para aliviar el dolor durante el parto
La epidural no es la única opción contra el dolor durante el parto, aunque sí es la más efectiva. Si una mujer quiere un parto de baja intervención probablemente no sea la analgesia más adecuada. Existen otras alternativas que pueden disminuir el dolor y que además pueden tener la ventaja de favorecer el proceso fisiológico del parto en sí.
Opciones NO médicas para aliviar el dolor durante el parto
Las investigaciones sugieren que una preparación adecuada puede ayudar a reducir el dolor o al menos modificar la percepción del dolor y reducir la ansiedad, lo que puede ayudar a afrontar mejor el trabajo de parto.
Hay varias opciones de alivio del dolor sin medicamentos:
- Estar en buenas condiciones físicas es importante. Haga ejercicio suave y regularmente durante todo el embarazo, evite los cigarrillos y el alcohol y lleve una dieta sana y equilibrada.
- Saber qué esperar durante las distintas etapas del trabajo de parto puede ayudar a reducir la ansiedad. Se recomienda encarecidamente las clases prenatales.
- Las técnicas de respiración pueden ayudarlo a «montar las olas» de cada contracción.
- El apoyo constante y cercano de su pareja (o un amigo de confianza o un ser querido) durante el trabajo de parto puede reducir la ansiedad.
- Usar distracciones como la música puede ayudarlo a dejar de pensar en el dolor.
- Las compresas frías o calientes, el masaje, una ducha tibia o la inmersión en un baño tibio y mantenerse activo pueden ser útiles.
- La hipnosis, la acupuntura y la acupresión son áreas en las que ha habido poca investigación, pero también pueden considerarse.
El parto en agua también es una forma para alcanzar a tener un parto sin dolor, dolor mínimo o para aliviar el dolor físico y psicológico que data de hace muchos años. Pero debido a sus potenciales riesgos es importante que se instruya con su médico para conocer más acerca del tema.
¿Cómo empieza todo?
En el caso de la labor de parto, el dolor se produce en la primera parte del trabajo, por las contracciones de los músculos del útero, cuando llegan a una intensidad de 15 mm de Hg. Estas contracciones ejercen presión sobre el cuello del útero y hacen que este se borre y se dilate, y esto causa dolor. En la segunda etapa del trabajo de parto, el dolor se produce por la distensión de la vagina y el periné, durante la salida del bebé.
El dolor puede sentirse como un cólico intenso en el abdomen, las ingles y la espalda y a veces en los costados y en los muslos; además de percibir una sensación de malestar generalizado.
La mente y el dolor
La mente juega un papel importante en la percepción del dolor durante el alumbramiento. Esta percepción varía de mujer a mujer, e incluso entre un embarazo a otro, y varía a medida que avanza la labor, ya que las contracciones se dan cada vez más seguidas y cada vez es menor el tiempo entre una y otra contracción.
Existen factores que pueden hacer que el parto sea más doloroso, por ejemplo: miedo a lo desconocido, sentimiento de impotencia, miedo a perder el control, estar sola, fatiga, ansiedad y tensión, el temor a esperar mucho dolor. De modo que mientras mejor preparación tenga usted para afrontar la labor y el parto, mejor será el manejo que tenga del dolor en este momento.
El manejo del dolor durante la labor y el parto puede realizarse y la percepción de este dolor dependerá, en gran parte, del conocimiento y la preparación que se tenga para este momento, tan importante. Cuando llega el trabajo de parto, algunas mujeres también usan otros métodos para ayudar a aliviar el dolor, como caminar, masajear, tratar de relajarse, tomar un baño o ducha, cambiar de posición y escuchar música.