Cuando se trata de los buenos hábitos alimentarios de nuestros hijos, tenemos que ponerlos en práctica desde temprano. Todas las acciones beneficiosas para su buena nutrición deben ser implementadas desde que inicia la lactancia. En otra palabras antes de la alimentación complementaria, es decir, desde que usa el biberón.
12 Reglas familiares que podemos poner en práctica día a día
- Elija sus proteínas: además de esos jugosos bocados de hamburguesa, asegúrese de exponer a su bebé a fuentes de proteínas bajas en grasa (pollo sin piel, pescado, tofu, frijoles). En otras palabras, no permita que la carne roja sea la única opción de proteína.
- Fomente un amante del pescado: el pescado es importante para el cerebro y el corazón de un bebé (especialmente el salmón y las sardinas). Tenemos literal océanos llenos de opciones, pero probablemente sea mejor comenzar con aquellas que tengan un sabor más suave y una textura fácil de masticar. Adicional de ser un excelente hábito alimenticio saludable es una opción altamente nutritiva y deliciosa.
Dos notas de precaución: tenga cuidado con los huesos antes de servir el pescado al bebé y evite ciertas especies, que pueden estar contaminadas con mercurio u otras toxinas (nada de tiburón, pez espada, caballa real o blanquillo). Además, limite el consumo de atún enlatado y pescado de agua dulce de su bebé a dos onzas (peso cocido) a la semana. - Consuma lácteos todos los días: consuma leche materna o fórmula hasta el primer cumpleaños de su bebé, pero después de eso, está bien mimarlo con queso y yogur hechos con leche entera (siempre y cuando no tenga una alergia alimentaria o sea intolerante). Después de su segundo cumpleaños, pregúntele a su pediatra si tiene sentido que su hijo cambie a variedades bajas en grasas.
- Tenga cuidado con la mantequilla: sirva pan, pasta, verduras y pescado sin mantequilla añadida. Esto reducirá las posibilidades de que su hijo lo espere (¡y posiblemente lo exija!) Más adelante.
- Olvídate de alimentos fritos: estos están llenos de grasa, así que opta por papas al horno en lugar de papas fritas y pollo a la parrilla sobre nuggets. Cuando cocine con grasas, elija aceites saludables (oliva, canola, girasol, soja) en lugar de grasas saturadas (palma, coco, grasas animales, aceites hidrogenados).
- Lea las etiquetas: las papas fritas, las galletas y los alimentos procesados son los escondites favoritos para la grasa, el colesterol y los ingredientes artificiales. Lea antes de comprar y evite las grasas trans, los aceites hidrogenados y los productos con alto contenido de grasas saturadas, sodio y azúcar. (No se preocupe, ¡eso todavía deja una gran cantidad de deliciosas opciones para elegir!)
- Omita la comida rápida: pueden ser convenientes y (a veces) sabrosas, pero en última instancia, la mayoría de las comidas rápidas no son buenas para nadie de ninguna edad. Demasiada grasa y sal y muy poca nutrición son alimentos que deben evitarse o disfrutarse solo de vez en cuando.
- Prohibidos definitivos: algunos alimentos están prohibidos para todos los bebés hasta que cumplen un año. Por lo que es mejor consultar con su médico antes de servir nueces y maní, chocolate, claras de huevo, miel y leche de vaca. Los siguientes alimentos pueden estar bien durante los últimos meses del primer año, pero algunos bebés pueden ser sensibles o alérgicos: trigo, frutas y jugos cítricos, tomates y fresas.
- Repita todo, una y otra vez: recuerde, su bebé puede tardar un tiempo en acostumbrarse a los nuevos sabores y texturas. Así que si rechaza un alimento la primera vez, ofrézcale el mismo nuevamente en una semana o dos. ¡Pueden ser necesarias hasta 15 exposiciones para que un bebé acepte un nuevo alimento!
- Nunca premiar a los niños con comida: Al compensar a los niños con comida, estamos creando la idea de que algunos alimentos son mejor que otros. Si le compensamos con postre por comer los vegetales, el niño puede creer que el postre es mejor que los vegetales.
- Tomar agua con las comidas: un buen hábito alimenticio saludable es fomentar tomar más agua, reforzamos su consumo en vez de gaseosas o jugos, que son un gran aporte de azúcar innecesario. Su médico le indicará el momento desde cuando puede tomar agua.
- Comer en Familia: Tratar de comer los alimentos en familia puede reforzar una buena comunicación al momento de compartir una alimentación balanceada. Dependiendo de cada familia y su cultura, se puede servir los alimentos al medio o servir de forma individual, explicando el beneficio de cada alimento o el porqué de la variedad.
Nota: Es bueno evitar hablar de problemas o regaños a la hora de comer en familia, puesto que puede contribuir a querer levantarse de la mesa y no querer compartir en familia.