Una de las principales actividades de los bebés durante sus primeras etapas de vida es el dormir. Usted quiere que su bebé tenga sueños tranquilos y seguros en su cuna, pero todas las reglas pueden ser confusas para un nuevo padre. Esto es lo que necesita saber sobre cómo poner al bebé a dormir sano y salvo.
Las prácticas de sueño inteligentes y seguras pueden ayudar a proteger a los bebés del síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL) y otros peligros relacionados con el sueño, por lo que es esencial que todos los padres primerizos se familiaricen con las pautas de sueño seguro.
El patrón de sueño de las recién nacidos puede ser algo errático en los primeros días, pero en pocos meses empieza a dormir períodos más prolongados. La cantidad de horas de sueño tanto diurnas como nocturnas recomendadas según la edad, generalmente se desarrollan bajo el siguiente patrón:
Edad | Horas de Sueño Nocturno | Horas de Sueño Diurno | Total de Horas de Sueño |
0-3meses | 8* | 8* | 16 a 18 |
3-6 meses | Entre 10 y 11 | 4 a 5 | 14 a 15 |
6-9 meses | 11 | 3 | 14 |
9-12 meses | 11 | 2 a 3 | 13 a 14 |
2 años | 11 | 2 | 13 |
* No son seguidas
¿Dónde debe dormir el bebé?
Para promover la rutina del sueño, el ambiente debe ser tranquilo, de ser posible oscuro, ya que induce un cambio de actividad cerebral hacia la relajación y evitar actividades que alteren el reloj biológico (relación sueño/vigilia), tales como ver televisión y juegos de video.
Un buen colchón
Es un punto que muchos pasamos por alto, pero es uno de los factores que puede favorecer los sueños tranquilos y seguros o entorpecer el buen descanso del bebé, considerando la gran cantidad de horas que pasa durmiendo en sus primeros años.
Al momento de escoger el colchón debemos considerar que sea transpirable, es decir que su forma, composición y materiales favorezcan un flujo óptimo de oxígeno dentro de la cuna y ayuden a eliminar de forma adecuada el CO2 que exhala el bebé.
Hay muchos colchones que tienen tratamientos químicos que pueden desprender gases que son inhalados por el bebé o que pueden producir alergias. En este sentido se debe buscar un colchón que en su fabricación se utilicen materiales no-tóxicos y lo más orgánico y natural posible.
Un consideración simple pero importante para que su bebé tenga sueños tranquilos y seguros es evitar los colchones con recubrimiento plástico, pues no son transpirables y además de impedir la transpirabilidad natural, aumenta la sudoración y la incomodidad del niño, con las consecuentes interrupciones del sueño. De igual manera el nivel de firmeza debe ser el adecuado para su cuerpecito en las diferentes etapas del crecimiento, para el buen desarrollo de los huesos.
No permita que su bebé se sobrecaliente.
La temperatura de la habitación infantil no debe ser menor de 18ºC ni mayor de 24ºC, considerando que el niño duerme con ropa de dormir adecuada, sin abrigarlo excesivamente, puesto que cuando el niño suda mientras duerme, la aparición del sudor no solo interrumpirá su sueño y el suyo, sino también que podrá llegar a resfriarse.
Si está amamantando, no deje de hacerlo si es posible.
Investigaciones recientes muestran que amamantar durante dos a cuatro meses reduce el riesgo de SMSL en un 40 por ciento, y amamantar durante cuatro a seis meses puede reducir el riesgo de SMSL en un 60 por ciento.
En cuanto a la alimentación antes de dormir, se debe evitar sobrealimentar al niño tanto como acostarlo hambriento. Algunos alimentos que actúan como potenciadores de un buen descanso, están las carnes, el pescado, la leche y sus derivados, arroz, pastas y vegetales.
Cuando un niño duerme mal ya sea por factores externos o por malos hábitos de sueño, los efectos no solo lo afectan a él, sino al resto de la familia. En el caso de los bebés en sus primeros meses o etapa de lactancia, dormir mal provoca llanto fácil y prolongado, irritabilidad, problemas de alimentación y por ende de afecta su desarrollo.
Prueba con un chupete para obtener sueños tranquilos y seguros
Darle a su bebé un chupete reduce el riesgo de SMSL. Aunque la razón exacta no está clara, los expertos teorizan que los bebés con chupete no duermen tan profundamente y, por lo tanto, pueden despertarse más fácilmente, o que chupar un chupete podría abrir un espacio de aire alrededor de la boca y la nariz del bebé. Pero no lo fuerce si el o ella lo rechaza.
En el caso de los niños más mayorcitos, si no tienen un descanso adecuado, sus efectos provocan mal genio, inseguridad, timidez y desde luego bajo rendimiento escolar. Es importante apuntar que los niños que sufren trastornos de sueño por períodos cortos, puede deberse a cambios en su ritmo de vida, por ejemplo una mudanza, una nueva niñera o un nueva guardería.
Sin embargo cuándo los trastornos son persistentes por un largo periodo es importante consultar con el pediatra los posibles orígenes y tratamientos adecuados.
El sueño tranquilo y seguro para los bebés es algo serio, pero no tiene por qué dar miedo. Si sigue las pautas de sueño seguro recomendadas por los expertos, puede asegurar un descanso tranquilo y seguro, esto crítico no solo para la salud y desarrollo del niño, sino para el bienestar de la familia en general.