La diarrea en bebés es lo más frecuentemente tratado por los pediatras en los primeros 3 meses de vida. La diarrea es el paso de heces sueltas o acuosas. Para algunos niños, la diarrea es leve y desaparecerá en unos pocos días. Para otros, puede durar más tiempo y puede hacer que su hijo pierda demasiado líquido (se deshidrate) y que se sienta débil.
Dependiendo del tipo de alimentación de su bebé, las deposiciones pueden variar, en consistencia, aspecto, color y olor. El recién nacido alimentado con leche materna, tendrá una evacuación aguada, casi líquida de color amarillo brillante del color de la mostaza. En ocasiones con algo de líquido o con grumos amarillentos y grumos blancos.
La frecuencia de las mismas, será abundante, casi después de cada alimentación, sin olor y con gas. Esto es lo normal y lo ideal, estas deposiciones aguadas o semi-líquidas permitirán un tránsito suave, eficaz y casi sin esfuerzos en la mayoría de los recién nacidos.
Diarrea en bebés prematuros.
Por la inmadurez del tubo digestivo de este bebé y a pesar de recibir alimentación con leche humana, podría presentar cierta incomodidad en el patrón de sus deposiciones.
Así como también incomodidad, flatulencia, regurgitación y alteraciones relacionadas al movimiento o motilidad intestinal, de manera transitoria. La mayoría de los casos se resolverán sin mayores intervenciones o con una dieta para niños con diarrea.
Esto puede variar para aquellos recién nacidos que con alimentación de fórmula, en los que la frecuencia de las evacuaciones podría ocurrir una vez cada dos días. Estas evacuaciones son con una consistencia más firme, chiclosa, pegajosa, de color que puede variar entre un verde olivo a un gris algo oscuro; en ocasiones con restos de grasas, con algo de mal olor y algo de gas. Para deponer este tipo de heces, obviamente el bebé recién nacido deberá realizar mayor esfuerzo o “pujo” y esto genera algo de incomodidad.
Debemos aclarar, que no hablamos de constipación si las heces no se encuentran duras o formadas, por mucho esfuerzo, incomodidad o “pujo”, que haga el niño o la niña para defecar.
Por otro lado si al hacerlo, usted observa que las heces no son duras ni formadas, ni bolitas, su bebé no tiene estreñimiento sino inmadurez de su tubo digestivo y, a esta situación clínica se le llama disquecia intestinal o del lactante.
Causas de diarrea en bebés lactantes
- Las bacterias: incluye una gran cantidad de agentes causales, de los que podemos mencionar principalmente las de tipo viral. Estas son las más frecuentes, pero afortunadamente contamos actualmente con la vacuna de rotavirus, que es el virus que producía las diarreas con una mayor tasa de hospitalización y mortalidad). Las bacterianas (E. coli, Salmonella, Shigella, estafilococos, entre otros, que se asocian a malas técnicas en la preparación de alimentos infantiles o del manejo del agua). Los parásitos como por ejemplo la Giardia y las amebas, que tienen en común, mala técnica en el lavado de manos y contaminación del agua para la preparación de los alimentos.
- Mala mezcla en la preparación de fórmulas: usted debe asegurarse en las cantidades recomendadas de agua y de fórmula que aparecen en la lata, de acuerdo al fabricante para evitar que esta se convierta en una causa que desarrolle diarra en su bebé.
- Infecciones: en ocasiones algunas infecciones urinarias, cuadros respiratorios y otitis pueden acompañar su presentación con diarrea.
- Uso de antibióticos: puede asociarse a diarrea en bebés, al momento de la prescripción, es posible que su pediatra le hable que podría ocurrir esta posibilidad, como resultado de la alteración de la flora intestinal provocada por el fármaco. (Ningún medicamento está exento de efectos secundarios.)
- Uso de jugos antes de los seis meses o mucho jugo: la introducción de alimentos antes del sexto mes, se asocia con episodios de diarrea en bebés y lo que puede ser peor, el desarrollo de alergias en etapas posteriores de la vida.
- Alergias alimentarias: son reacciones que se presentan en pocas horas después de la exposición a un alimento. Pueden ser reacciones leves a moderadas de tipo digestivo que se acompañan con hallazgos en la piel. En los menores de 6 meses el alimento que con más frecuencia produce alergia alimentaria, es la proteína de leche de vaca. Recuerde que las fórmulas infantiles recomendadas actualmente para el uso en menores de 6 meses son fórmulas a base de leche de vaca.
Si usted sospecha que pueda existir una alergia a la proteína de vaca en su bebé, sugiera esa posibilidad a su pediatra.
- Intolerancia alimentaria: a diferencia de la alergia, esta es una situación menos común, en donde el bebé debido a una deficiencia enzimática o por su inmadurez, no es capaz de poder digerir ciertos alimentos, produciendo ciertas manifestaciones digestivas transitorias.
La mayor parte de las ocasiones, estos síntomas son leves.
¿Cuándo debería llamar al médico?
Llame al médico de su hijo si tiene diarrea y aún no ha cumplido seis meses. Llame de inmediato a su médico si su hijo tiene cualquiera de estos síntomas debe llamar inmediatamente a su médico:
- Mucha menos actividad de lo normal (no se sienta del todo ni mira a su alrededor)
- Ojos hundidos
- Boca seca y pegajosa
- Ausencia de lágrimas al llorar
- No ha orinado durante 6 horas
- Sangre o moco en las heces
- Fiebre que no desaparece
- Dolor de estómago
¿Debo utilizar algún medicamento los episodios de diarrea de mi bebé?
La respuesta categórica y contundente es ¡NO!. Antes de la prescripción de algún medicamento, su pediatra necesita hacerle unas preguntas, evaluar al bebé, examinarlo, quizás se realicen algunos exámenes y en la mayoría de los casos, se resolverá con el cambio de la fórmula. En un porcentaje bastante bajo, algunos ameritan la evaluación de un gastroenterólogo pediatra. Es indispensable que sea pediatra tambien, ya el enfoque de las enfermedades entre adultos y niños es completamente distinto, razón por la cual, usted debe buscar la evaluación del especialista idóneo.