Si estás embarazada, tienes más riesgo de padecer anemia en el embarazo por falta de hierro. La anemia es un trastorno en el que no tienes suficientes glóbulos rojos sanos para llevar la cantidad de oxígeno adecuada a los tejidos del cuerpo.
La sangre tiene una fase sólida, que incluye a los eritrocitos ( glóbulos rojos), los leucocitos ( glóbulos blancos ) y las plaquetas; y una fase líquida, representada por el plasma sanguíneo.
Como todos los tejidos del organismo, la sangre cumple múltiples funciones necesarias para la vida como la defensa contra infecciones, los intercambios gaseosos y la distribución de nutrientes.
Los glóbulos rojos, hematíes o eritrocitos constituyen aproximadamente el 96 porciento de los elementos figurados de la sangre.
Dentro de los glóbulos rojos se encuentra la hemoglobina, que es una hemoproteína que transporta el oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos, y el dióxido de carbono desde los tejidos hacia los pulmones que lo eliminan; y también participa en la regulación de pH o acidez de la sangre, en vertebrados y algunos invertebrados.
¿Qué es la anemia?
Es la insuficiencia de los glóbulos rojos o la capacidad reducida de los mismo para transportar oxígeno o hierro.
La relación entre anemia y el embarazo es frecuente, aunque raramente es una complicación seria y la sufren más del 50% de las mujeres embarazadas.
Los tipos de anemia durante el embarazo incluyen:
- Anemia por deficiencia de B12.
- Anemia por deficiencia de ácido fólico.
- Anemia por deficiencia de hierro.
- Anemia por enfermedades crónicas.
- Anemia hemolítica.
- Anemia aplásica idiopática.
- Anemia megaloblástica.
- Anemia perniciosa.
- Anemia drepanocítica.
La anemia ferropénica o anemia por deficiencia de hierro, es la más frecuente durante el embarazo (90%), y es causada por un descenso del hierro por debajo de los valores normales.
El hierro es un mineral que no puede ser fabricado por el organismo y que debe ser absorbido desde los alimentos que se ingieren. Es utilizado por cada uno de los glóbulos rojos para la producción de hemoglobina.
Aunque el hierro se encuentra en muchos alimentos, es difícil de absorber y esto dificulta la capacidad incrementada del cuerpo para obtener lo que necesita durante el embarazo. Cuando no se tiene suficiente hierro en la dieta, se produce menos glóbulos rojos y esto es causa de anemia.
¿Cómo afecta al bebé la anemia por deficiencia de hierro durante el embarazo?
La anemia grave durante el embarazo aumenta el riesgo de nacimiento prematuro, bajo peso al nacer y depresión posparto. Algunos estudios también muestran un mayor riesgo de muerte del bebé inmediatamente antes o después del nacimiento.
Aun cuando la dieta esté balanceada y la ingesta de vitaminas sea suficiente, una embarazada puede estar anémica porque el embarazo altera los procesos digestivos y la madre no absorbe bien el hierro; además, la mayoría de las mujeres comienzan el embarazo sin las reservas de hierro suficientes para satisfacer las crecientes demandas de su cuerpo, particularmente durante el segundo y tercer trimestre.
Si se llega al punto en que ya no se tiene suficiente hierro para producir la hemoglobina que se necesita, se desarrollará la anemia.
En la segunda mitad del embarazo, la cantidad de sangre en el cuerpo de la mujer aumenta hasta un 50 por ciento más de lo usual para poder suplir sus necesidades y las del bebé en el desarrollo, por lo que existe una disminución del valor de hemoglobina por dilución.
¿Cuales son las mujeres que están en mayor riesgo de padecer anemia durante el embarazo?
- La que han tenido más de un embarazo, especialmente si el periodo entre ellos ha sido menor de dos años.
- Las que consumen dietas pobres en hierro o con hierro de baja biodisponibilidad.
- Quienes en la etapa anterior al embarazo tienen menstruaciones abundantes.
- Aquellas que utilizan el dispositivo intrauterino (DIU) previo al embarazo.
- Las vegetarianas, especialmente si su dieta es muy estricta.
- Las que tienen problemas genéticos en la producción de ácido fólico.
- Quienes tienen parásitos intestinales que causan micro-hemorragias.
- Las adolescentes que están en crecimiento y desarrollo.
Si la anemia es moderada o si el problema se desarrolla lentamente, es posible que usted no tenga ningún síntoma. Los síntomas que pueden producirse primero incluyen:
- Sentirse débil o cansado más a menudo que de costumbre, o con el ejercicio.
- Dolores de Cabeza.
- Problemas para concentrarse o pensar.
Si la anemia empeora, los síntomas pueden incluir:
- Color azul en la esclerótica de los ojos.
- Uñas quebradizas.
- Deseo de comer hielo u otras cosas no comestibles (síndrome de pica).
- Mareo al ponerse de pie.
- Color de piel pálido.
- Dificultad para respirar tras actividad leve o incluso en reposo.
- Lengua adolorida.
Diagnóstico de anemia en el embarazo
El médico le hará un análisis de sangre. Una de estas pruebas (hematocrito) mide el porcentaje de células rojas en tu plasma. La otra (hemoglobina) mide el número de gramos de hemoglobina en la sangre.
El mejor tratamiento de la anemia en el embarazo es prevenir su aparición con una dieta variada y equilibrada que incluya alimentos ricos en hierro y en vitaminas cuyas carencias provocan el desarrollo de la anemia.
Una dieta equilibrada es importante
Una dieta vegetariana estricta no aporta las necesidades diarias de hierro y vitamina B12, por lo que se debe consultar con el médico la conveniencia de utilizar suplementos durante el embarazo.
Es importante incluir en la dieta los siguientes alimentos;
- Hígado.
- Carnes rojas.
- Carnes de ave (pollo, pavo, pato).
- Frutas ricas en vitamina C, que ayuda al organismo a absorber el hierro (naranjas, limones, fresas, kiwi).
- Vegetales de hojas verdes (espinacas,brócoli,algas).
- Legumbres (lentejas, habas, guisantes)
- Pan de harina integral.
- Pescado y mariscos (sardinas, anchoas, mejillones, almejas, entre otros).
Una vez se diagnostica la anemia, el médico prescribirá suplementos de hierro, ácido fólico, o vitamina B12, los cuales probablemente deba tomar durante todo el embarazo e, incluso, tras el parto, hasta que el trastorno desaparezca.
¿Cómo mejorar la absorción de hierro?
Para asegurar la absorción de la mayor cantidad de hierro posible, hay que tomar píldoras de hierro con el estómago vacío. Tómarlas con agua o jugo de naranja (la vitamina C ayuda a la absorción del hierro).
No tomar el hierro con leche, ya que el calcio dificultad la absorción. El café y el té también dificultan la absorción del hierro.
Los niveles altos de hierro en suplementos pueden alterar el tracto gastrointestinal. La mayoría de las veces produce estreñimiento, que de por sí es un problema para muchas mujeres embarazadas.
Si tiene estreñimiento, tomar jugo de circuelas pasas puede ayudar a mantener la regularidad (y, por si fuera poco, es una buena fuente de hierro). Tomar un reblandecedor de heces también te puede ayudar.
También puedes padecer de acidez, molestias abdominales, náuseas o rara vez diarrea. Si piensa que el suplemento la hace sentir mareada, pruebe a tomarlo antes de acostarse, pero si el hierro irrita su estómago o si sufre de acidez, evite tomarlo a la hora de irse a dormir porque estar recostada después puede incrementar las molestias.
La anemia durante el embarazo se asocia con un mayor riesgo de tener un parto prematuro o un bebé de bajo peso. También se asocia con un riesgo mayor de un bebé que nace sin vida o que muere al poco de nacer.
Estudios científicos indican que el nivel de hemoglobina que tenga la madre durante el embarazo, favorece el desarrollo cerebral del feto.