El nacimiento es más suave para el bebé y menos estresante para la madre. El parto y nacimiento en agua consiste en crear un ambiente similar al del saco amniótico en una tina con agua.
Se cree que el nacimiento en agua permite que el bebé haga una transición más suave desde el útero, al suavizar la luz y reducir el ruido.
La inmersión en agua para aliviar el dolor físico y psicológico data de hace muchos años. Sin embargo, su utilización en el parto y nacimiento, fue popularizado en los años 1970 por el ruso Igor Tjarkovsky quien era un constructor de barcos.
Desde sus inicios esta «Técnica» por llamarla de una manera ha estado envuelta en mucha controversia y hoy día no es diferente. El sentido y el propósito de la atención del nacimiento de un niño o niña por personas entrenadas es reducir la posibilidad real de que se generen complicaciones teniendo a mano los instrumentos apropiados para una atención pronta de tales complicaciones; y mejorar resultados de seguridad y bienestar, tanto para el bebé como para su mamá.
Toda persona, y la gestante, tampoco es la excepción, tiene el derecho inalienable de escoger lo manera en la que desea traer al mundo a su bebé. También tiene el derecho inalienable de cambiar de parecer. Y, antes, tiene el derecho inviolable de ser informada integralmente con información veraz.
Solamente después de una información amplia y veraz, puede considerarse la decisión de la gestante como autónoma. De otra manera, sería el resultado de una manipulación inmoral.
Cualquiera que esté pensando en dar a luz en su casa y/o en el agua, fuera de un centro hospitalario, debe conocer a cabalidad los riesgos.
Cuáles son los riesgos para la madre y el bebé?
- Nacer en el hogar aumenta el riesgo de muerte neonatal dos y tres veces.
- Podría existir un riesgo teórico de embolia gaseosa, que ocurre cuando el agua ingresa al torrente sanguíneo de la madre;
- Si el bebé experimenta estrés en el canal de parto o si el cordón umbilical se tuerce o se retuerce, el bebé puede jadear para respirar con la posibilidad de inhalar agua. Esto sería raro ya que los bebés normalmente no inhalan hasta que son expuestos al aire. Ellos continúan recibiendo oxígeno a través del cordón umbilical hasta que comienzan a respirar por sí solos o hasta que se corta el cordón;
- El bebé puede sufrir neumonía, ahogamiento, intoxicación del agua, ruptura del cordón umbilical, anemia e infección.
- La temperatura corporal del bebé puede ser demasiado alta o baja;
- El bebé podría tener convulsiones o no ser capaz de respirar.
- El último riesgo potencial es que el cordón umbilical se rompe cuando el bebé llega a la superficie del agua. Esto se puede prevenir con precaución al levantar al bebé hasta el pecho de la madre.
Es conocido que hay médicos que reconocen que existen intervenciones innecesarias en todas las áreas de la medicina. Unas son por ignorancia, otras por temores infundados, otras por intereses comerciales o financieros, otras por condiciones psiquiátricas. Ellas son, no solo innecesarias, sino también, peligrosas. Pero eso no es decir que todo lo que se hace a nivel hospitalario, alrededor de un nacimiento de un bebé, es y ha sido nocivo. Es una infamia expresarse así.
La mayoría de los estudios sobre la inmersión en agua durante la labor de parto son de tipo observacional. No hay muchos estudios con esta modalidad de parto, que duplique ventajas contables durante la segunda y tercera etapas de la labor: dilatación del cuello uterino, descenso de la presentación y nacimiento del bebé. La resolución de una complicación inesperada de alta complejidad y mortalidad tiene mejores posibilidades de resolverse en un hospital, manteniendo el bienestar madre e hijo.
¿Qué situaciones no son ideales para el parto en el agua?
- Presencia de herpes: el herpes se transfiere fácilmente en el agua, por lo que debe discutir este riesgo a fondo con su médico.
- Si su bebé es de nalgas: aunque el parto en el agua se ha realizado con las primeras plantas o los pies, debe discutir este riesgo a fondo con su proveedor de atención médica.
- Ha sido diagnosticado con: sangrado excesivo o infección materna.
- Parto múltiple: aunque los partos en el agua han tenido éxito en todo el mundo con partos de gemelos, es un riesgo que debe analizar.
- Si se espera un parto prematuro: si un bebé es prematuro (dos semanas o más antes de la fecha de parto), no se recomienda el parto en agua.
- Si hay meconio severo: el meconio leve a moderado es bastante normal. El meconio flota hacia la superficie en una tina, por lo que es importante quitarlo. El meconio generalmente lava la cara del bebé e incluso sale por la nariz y la boca mientras el bebé todavía está bajo el agua. Si el agua está manchada y el parto es inminente, la mujer puede sacar la pelvis del agua para dar a luz al bebé.
- Si tiene toxemia o preeclampsia: debe analizar detenidamente este riesgo con su proveedor de atención médica.
Los beneficios del parto en el agua
El parto en el agua durante las primeras etapas del parto, mientras el cuello uterino se dilata y las contracciones aumentan en frecuencia e intensidad, antes de empujar al bebé, puede:
- Disminuir el dolor de parto o la necesidad de anestesia.
- Disminuir la duración del trabajo de parto.
- Te da una mayor sensación de control
- Conserva tu energía
- Reducir el trauma perineal
- Reducir la probabilidad de una episiotomía (aunque esta práctica es más rara en estos días, sin importar cómo o dónde dé a luz).
Incluso si decide no quedarse en una tina de parto por mucho tiempo, ya sea porque se siente incómoda o porque su hospital no lo permite, puede encontrar que es relajante comenzar el trabajo de parto en el agua.