El resfriado común y la influenza son la causa más frecuente de atención clínica. El resfriado común es una infección viral de la nariz y la garganta (tracto respiratorio superior). Muchos tipos de virus pueden causar un resfriado común. Es causado por 200 cepas de rinovirus. Se dice que un ser humano puede ser infectado hasta por 50 cepas diferentes de rinovirus a lo largo de su vida.
El resfriado y la influenza son causadas por diferentes tipos de virus: la influenza es un virus agresivo y conlleva muchas complicaciones, mientras que el resfriado o catarro puede ser causado por muchos tipos de virus, entre ellos el rinovirus y coronavirus que son responsables de gran parte de los casos.
Tiene un período de incubación corto, aproximadamente 1 a 4 días. Se caracteriza por secreción nasal, lagrimeo, tos seca. Rara vez produce fiebre, a menos que se complique con infecciones bacterianas secundarias, especialmente en la garganta y bronquios; las cuales son esporádicas.
Se transmite por las gotitas de saliva que bota el que está enfermo cuando habla o tose; o cuando estornuda. También a través de los objetos tocados por la persona enferma, como son teléfonos, barandales y juguetes.
Es más frecuente en los niños que asisten a las guarderías, ya que están en contacto frecuente con los virus.
Amerita tratamiento sintomático como el uso de antihistamínicos y descongestionantes nasales. Dura de 7 a 10 días, sin dejar secuelas.
La mejor manera de evitarlo es la prevención:
- Lavado frecuente de manos, especialmente cuando se tose o antes de manipular los alimentos
- Cubrir la boca y la nariz con una mascarilla cuando se tiene secreción nasal
- Utilizar pañales desechables en forma adecuada
- Evitar el contacto con la persona enferma, es decir, el enfermo o la enferma no debe acudir al parvulario cuando se encuentre resfriado, ya que lo multiplicará a los otros niños y niñas
- No compartir cubiertos ni comida cuando se esté resfriado
- Comer una dieta saludable y abundante líquidos
- Dormir adecuadamente.
Gripe o influenza
A diferencia del resfriado común, la gripe o influenza es causada por el virus llamado Influenza. Es un virus que se replica en forma muy rápida y cambia o muta cada temporada.
La Influenza no es un simple resfriado y el término gripe es utilizado erróneamente por la mayoría de las personas para referirse a un resfriado.
Se transmite por las gotitas de saliva que esparce la persona enferma cuando estornuda o tose. Se conocen tres tipos de virus Influenza. A, B y C, siendo el más frecuente el virus Influenza tipo A.
Los síntomas frecuentes son fiebre alta, regularmente mayor a 38.5ºC, dolor de cabeza, dolor muscular, fatiga, secreción nasal, lagrimeo, tos seca. Es una enfermedad incapacitante que puede durar de 1 a 2 semanas.
Es más frecuente en las edades extremas de la vida: niños pequeños y ancianos.
De acuerdo a la inmunidad de la persona, la influenza se puede con frecuencia complicar con infecciones bacterianas, causando faringoamigdalitis, bronquitis, bronconeumonías y neumonías, que pueden, en casos severos, ameritar la hospitalización del paciente.
El diagnóstico lo hacemos con los síntomas y podemos comprobarlo, al realizar pruebas sanguíneas específicas, buscando el virus de la influenza.
El tratamiento es sintomático, utilizando antipiréticos tipo acetaminofén, los cuales tienen que ser usados mientras dure la fiebre; antihistamínicos y antivirales.
Dado que la complicación de la influenza es frecuente, es importante estar alerta de la prevalencia de los síntomas y de la exacerbación de los mismos; por lo que se recomienda acudir al médico para una evaluación adecuada. De esto forma podemos prevenir complicaciones.
Para evitar la propagación del virus es necesario cubrirse la boca y la nariz cuando se encuentre con gripe; lavado de manos frecuentes, el cual debe ser adecuado; uso de pañuelos desechables en forma adecuada; no acudir a lugares de gran concentración de personas ni llevar a el niño o la niña a la guardería, ni a la escuela cuando se encuentre enfermo(a), ya que es la mejor forma de diseminar la enfermedad.
Cosas que podemos hacer para prevenir la Influenza
El tratamiento es a base de antivirales, antihistamínicos y antitérmicos en forma adecuada. Debido a la alta frecuencia de las complicaciones, el médico te indicará cuándo sea necesario el uso de antibióticos adecuados.
La influenza es una enfermedad que se puede prevenir con la vacunación, la cual constituye la mejor manera de prevenir la enfermedad, ya que es muy fácil contraer la enfermedad.
Los virus de la influenza cambian cada año, es por ello que debemos vacunarnos cada año para mantenernos protegidos de esta frecuente y molesta enfermedad.
¿A quién debe ser administrada la vacuna de influenza?:
- todos los niños de 6 meses a 5 años de edad.
- todas las personas mayores de 50 años de edad.
- las mujeres que estarán embarazadas durante la temporada de influenza.
- los adultos y niños con afecciones médicas crónicas, tales como enfermedades cardiacas, enfermedad pulmonar (incluyendo el asma), enfermedad renal o diabetes.
- los niños y adolescentes de 6 meses a 18 años de edad que están recibiendo terapia de aspirina a largo plazo, para evitar el síndrome de Reye.
- las personas con ciertos trastornos musculares o nerviosos (tales como trastornos convulsivos o parálisis cerebral grave) que pueden inducir a problemas respiratorios o de deglución, o a debilitar su habilidad para toser.
- las personas con el sistema inmunológico debilitado debido a VIH/SIDA u otras enfermedades que afectan el sistema inmunológico, tratamientos de largo plazo con medicamentos tales como esteroides o tratamiento contra el cáncer con rayos X o medicamentos.
- los residentes en clínicas de convalecencia u otros establecimientos de atención a largo plazo.
- el personal de atención médica.
- contactos saludables en el grupo familiar (incluyendo niños) y proveedores de cuidado de niños menores de 5 años de edad y de adultos mayores de 50 años de edad, especialmente las personas que tienen contacto con niños menores de 6 meses de edad.
- contactos saludables en el grupo familiar (incluyendo niños) y proveedores de cuidado de personas con afecciones médicas que aumentan el riesgo de complicaciones graves a causa de la influenza.
- todas las personas, incluyendo niños de edad escolar, que desean reducir el riesgo de contraer influenza o de transmitirla a otras personas.
La vacuna es segura y no presenta síntomas luego de la aplicación, en la mayoría de las personas. En aquellos que presenta síntomas son leves y duran de 1 a 2 días.